CAMBIAR, no es sólo cuestión de voluntad.

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Vi está ilustración en Linkedin hace unos días atrás y me quedé pensando…Es relativamente sencillo cambiar cosas superficiales.  Podemos modificar con rapidez el color de una pared en la oficina, o nuestro corte de pelo. Sin embargo a la hora de cambiar cosas más profundas, más estructurales, la cosa pareciera no ser tan fácil.

Uno muchas veces se propone cambiar, como persona, para mejorar ciertos aspectos de uno que no le gustan, o como organización para ser más competitiva o para adaptarse a los tiempos que corren. Palabras como Gestión del CAMBIO, INNOVACIóN, se escuchan todo el tiempo actualmente. Y no se trata de una moda, está claro que CAMBIAR es EVOLUCIONAR.

Just do it”, “puedes lograr todo lo que te propongas”, “querer es poder”; son frases que, sin duda, son valiosas y efectivas a la hora de generar motivación inicial, pero que también pueden ser peligrosas ya que intentan convencernos de que cambiar es simple y fácil.   Aquí les dejo un breve glosario de cosas que estuve pensando con respecto al cambio. Nunca está de más tener en cuenta el lado menos marketinero del asunto a la hora de encarar procesos de cambio.

-CAMBIAR requiere de AUTOCONOCIMIENTO. Muchas veces nos proponemos metas que están más asociadas a nuestro ideal que a cómo somos en realidad. Es imprescindible antes de gestionar los cambios conocer nuestras limitaciones y nuestras resistencias.

-CAMBIAR es COSTOSO, porque no depende sólo de la voluntad para lograrlo. Cambiar implica justamente enfrentarnos a viejas batallas, revisar y evaluar modelos de pensamiento y patrones de conducta, trabajar para visibilizar los obstáculos internos (que suelen ser mucho más complicados de modificar que los externos) y desarrollar la tolerancia a la frustración. Seguro todos deberemos RENUNCIAR a algo, PERDER algo, para lograr el CAMBIO.

 

-CAMBIAR DUELE, no hay modo inocuo de lograr cambios profundos, cambios que proporcionen otros frutos, nuevas oportunidades, otros resultados. CAMBIAR duele porque en todo proceso de cambio aparecen los miedos, el impulso a actuar de acuerdo al hábito preexistente, el duelo por la pérdida de lo que dejamos atrás. La buena noticia es que el motor más poderoso que existe a la hora de cambiar es la angustia, así que aguantemos, porque ese dolor tiene sus frutos.

-CAMBIAR lleva TIEMPO. Ningún cambio personal/organizacional/cultural se logra de la noche a la mañana. CAMBIAR es un PROCESO que requiere de paciencia, empatía y comunicación. Requiere de la capacidad de negociar con otros de forma constante y construir colectivamente.

-CAMBIAR no es un camino UNIVOCO. Implica analizar, proponer, movilizar, construir, errar, deconstruir, fracasar y volver a intentar.

 

Por Constanza Mandel

Psicóloga, Coach Organizacional, Partner en Mandel&Wirth

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