Determinación, según el diccionario sus sinónimos son osadía, valor, audacia. Me llamó la atención. No creo que se requiera osadía para ser determinado. La determinación se entrena. Sí, se entrena. Pocos son los afortunados que nacen determinados, la gran mayoría de nosotros tenemos que trabajar para lograr determinación en las metas que queremos lograr. Les dejo algunos tips para entrenar la determinación
1-Indagar a fondo sobre-de verdad-qué quiero: no hay forma de sostener el foco en el logro de un objetivo, sino hay una convicción real de qué es lo que quiero logar. Pero, saber lo que quiero lograr no es fácil, a veces son muchas cosas, a veces no es ninguna. Este en un proceso que puede llevar tiempo y ser algo frustrante, pero… para encontrarse, hay que perderse primero. Hay que trabajar con uno para despejar fantasías de realidades y acercarnos a la verdadera mejor versión de uno mismo que queremos alcanzar.
2- Cuando tengo detectado qué quiero, armar un plan: a veces se trata de metas sencillas que no requieren de grandes planes, pero muchas veces lo qué quiero, implica pasos, desglosar en objetivos, organizar la agenda. Para este punto, recuerden la sigla SMART para fijar los objetivos y sean realistas con los tiempos.
3-Definir el primer objetivo del plan y empezar: el primer objetivo tiene que ser sencillo, accesible. Es muy similar a cuando entrenamos para salir a correr o para lograr una mejor performance en algún deporte. Se empieza de a poco y por algo fácil, accesible para nuestro cuerpo. Cuanto más lo entreno más avanzo, pero es importante respetar los tiempos del proceso.
4-Una vez que logré ese primer objetivo, continúo por el segundo de mi plan, y luego el tercero, y luego el cuarto, y así, voy entrenando a mi mente, para que se acostumbre a dirigirse a la visualización de la meta, cuando me encuentro con un obstáculo y empiezo a tambalear. El ejercicio es con la mente, justamente la determinación me permite llevar a mis pensamientos hacia el logro del objetivo y no que se vaya hacia las excusas, al “mejor no”, al “lo hago después” o al “esto no es para mí”. La determinación, una vez entrenada, te permite cortar con todos esos pensamientos “boicot”, y secilla y llanamente hacer lo que te propusiste.
No es fácil, no es rápido, no es milagroso, pero les puedo asegurar que sí es mágico cuando empezás a sentir que te sale “sin sacrificio”.